Nueve meses de impunidad lleva el asesinato de trabajador en Villa Puchuldiza

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Investigación está a cargo del grupo OS-9 de Carabineros. Homicidio se suma a una larga lista de crímenes sin resolver en la región.

Más de 9 meses han transcurrido desde el terrible crimen de Gonzalo Ayca Morales de 39 años en las afueras de su domicilio en la población Puchuldiza, sus asesinos aún se encuentran en libertad, dado que no existen detenidos por este alevoso crimen.

Hay que recordar que el homicidio se produjo el 9 de julio de 2016, cuando la víctima puso un aviso de venta de su vehículo en internet. Fue por esta vía que recibió la visita de sus asesinos, quienes se hicieron pasar por interesados en comprarlo y en circunstancias que no están claras, le dieron muerte de un certero disparo en la cabeza.

El homicidio cumplió 10 meses desde ocurrido y es el OS-9 de Carabineros el encargado por el fiscal a cargo de aclarar el caso. Desde Carabineros indicaron que el caso «se encuentra aún en investigación».

Desde Fiscalía Regional en tanto, manifestaron que «aún existen diligencias pendientes», sin referirse mayormente al tema.


Triste récord

El caso de Gonzalo Ayca, parece destinado a engrosar la lista de crímenes sin resolver en Iquique, sumándose al de Nicolás Sandoval, quien en agosto de 2013, fue hallado sin vida en Primeras Piedras, luego de ser maniatado y amordazado con cinta adhesiva. Estaba de visita en Iquique para visitar a su hijo en el Día del Niño.
La lista no incluye  otros casos que están en investigación, cuenta a lo menos otros 11 muertes que quedaron en la más completa impunidad o archivados en el antiguo sistema de justicia desde 1996. 
Total impunidad
Esta lista la encabeza Ximena Eissmann (21), estudiante de la jornada nocturna del Liceo A-7. Se extravió el 24 de junio de 1996 y dos días después fue hallado su cuerpo, con múltiples lesiones, en el sector de Palo de Buque.
Otro caso emblemático es el del joven José Cayo (16), quien fue encontrado en la ladera oriente del Cerro Dragón, semienterrado y cubierto con piedras, por un grupo de actores que realizaba un paseo. La última vez que se le vio con vida fue cuando salió de su casa a devolver un cuaderno. Su familia sospecha que fue asesinado por alguien del barrio.
Otra muerte sin aclarar es la del universitario Carlos Ojeda Báez. Salió de su hogar a pagar una cuenta y apareció flotando desnudo en una playa del sector del Marinero Desconocido.
El registro judicial también incluye el homicidio del trabajador Marcelo Henríquez Flores, registrado en 1998. Su cadáver apareció en una cancha.
En la lista de crímenes que se mantienen en la impunidad continúan los de Luis Andaur Varas, apuñalado en el sector Playa Brava; Silvia del Carmen González Flores, asesinada el 2000 en Caleta Chanavayita; Víctor Miranda Castillo (65), un indigente que fue quemado; Pablo Prado Vargas, que falleció de un balazo en el tórax; Marcos Estay Vega, apuñalado cerca de su inmueble, y un joven N.N. que apareció muerto en el sector del puerto.
A estos casos, la mayoría sobreseídos por el antiguo sistema penal, se agrega un caso que fue investigado por el Ministerio Público: El homicidio de la trabajadora sexual Marisol Juana Torres (35), quien apareció violada y ahorcada en el sector del Marinero Desconocido.

 

 

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