- Marco Antonio Vergara Latrille, dirigente vecinal, excandidato a concejal y core en la región, luego que denunciara que libro mentía ahora se presenta hasta en la televisión local como colaborador en la autoría. Verdaderos autores lo desmienten.
Un confuso actuar de uno de los descendientes de Domingo Latrille, conocido en Tocopilla por ser el fundador de dicha ciudad, tiene confundido a los autores del libro “Hermanos Latrille: impronta en el desierto”, quienes denuncian que el excandidato a concejal por Iquique y core por Tarapacá, sin tener éxito en ninguno de los intentos, Marco Antonio Vergara Latrille, para figurar en alguna parte, ahora presenta el trabajo que les costó 10 años a estos historiadores tocopillanos, prácticamente como propio y como colaborador directo, lo que serían totalmente falso.
El supuesto colaborador de la investigación histórica, hasta dicta charlas de historia del Puerto Salitrero basándose en el libro en la Biblioteca Municipal, acudiendo además a los medios de comunicación y canales de televisión. “Él no tiene nada que ver con la autoría del libro, menos colaboración directa como dice, siendo la única relación, ser familiar del fundador de Tocopilla”, acusa Damir Galaz-Mandakovic Fernández, verdadero coautor de la obra, junto al profesor de Historia radicado en Australia, Eduardo Owen Palma.
Damir Galaz-Mandakovic, es profesor de Historia de la Universidad de Tarapacá, con dos magister en el área, además de ser candidato a doctor en Antropología en la Universidad Católica del Norte de Antofagasta y candidato a doctor en Historia en la Universidad Rennes de Francia, denuncia que “nos hemos encontrado con un chusco y curioso personaje descendiente de los Latrille, quien después de 12 horas de lanzado el libro, acudió al diario La Estrella de Tocopilla a reclamar por lo que supuestamente contenía el libro y ahora se pasea con todos lados con él, promocionándolo y presentándose prácticamente como su autor, sin siquiera nombrarnos. Nunca habíamos reclamado nada, pero la mentira que está armando es demasiada, incluso dijo que lo habíamos invitado al lanzamiento en julio de 2015, pero llegó solo”, asegura.
“El acusó vociferantemente a los ‘atrevidos e irrespetuosos autores’ de cometer ‘serios daños al patrimonio comunitario de Tocopilla’, al revelarse nuevos datos que desarmaban la narrativa historiográfica de los Latrille, pero que también los destacaba en otros contextos, todo gracias a un intenso trabajo en archivos de Bolivia, Chile y Francia”, dijo el historiador.
No obstante, con el pasar de los meses, el mismo reclamante furioso y delirante familiar de julio 2015, el mismo que exigió «disculpas públicas, se ha vuelto un promotor insospechado del libro. Pero lo hace sin nombrar a los autores. Ha ido a los diarios de Iquique, a la televisión local, se pasea por las bibliotecas y sube videos en youtube mostrando el libro. Perece que, de una buena vez, leyó el libro completo”, dice irónicamente Galaz-Mandakovic.
Pero estos ensueños de figuración genealógica y mediática, que lisa y llanamente son poco sobrios, colindan con el plagio, porque este autopresentado como “escritor”, organiza eventos en Iquique para hablar del libro pero sin nombrar a los autores y se presenta como “colaborador investigativo”, situación que es absolutamente falsa. Es un grosero aprovechamiento intelectual al arduo y largo trabajo profesional de los autores.
El molesto coautor del libro, rechaza “todo tipo de actividades que involucren a este señor y a los resultados de investigación del libro, mucho más si lo promociona sin nombrar a los autores. El autodesignado promotor, no cuenta con ninguna autorización de los autores ni de la editorial para difundir y usufructuar del trabajo, constituyéndose en una persona que delinque al promocionar y colgarse de los resultados del libro y exponerlos como propios, vulnerando los derechos de Propiedad Intelectual del mismo trabajo al no citarlo como corresponde”.
Tras la larga entrevista, Damir Galaz-Mandakovic le envía un recado a Vergara Latrille, “si desea darse a conocer y figurar, que sea por su propio trabajo y no por el trabajo de otros”, además le pide que no usufrutue de los resultados de investigación del libro y que no presente esos resultados como propios, mucho menos que presente como colaborador”. Culmina solicitando encarecidamente “que no se aproveche ni trate de usar un trabajo que para nada le pertenece, para figurar y utilizar la pantalla que le da ser autor de un libro para sus propósitos electorales”.
Corresponsales 
Diana Leyton Valdivia 